
Existe ignorante magnitud sobre los ingresos brutos en juegos y apuestas
Juego de Palabras Por Ricki Chavez-Munoz
Recuerdo una canción del niño Marcelino que decía, “En este mundo que es tan grande, de San Francisco a Pekín…”, cuando leo sobre la facilidad con la cual políticos golondrinos, en todas partes, buscan la notoriedad o una chueca popularidad buscando gravar con antojadizos impuestos a los juegos de azar, apuestas, presenciales u online, y creen que lo más simple es generar más ingresos gravando impuestos a las “ventas” de apuestas, actúan por impulso y sin inteligencia al tratar de gravar algo que en realidad es una semi- transacción, con un IVA, IGV, ISC – Impuesto al Valor Agregado, Impuesto General a las Ventas, Impuesto Selectivo al Consumo, o similares.
Llamo semi transacción a una apuesta porque, en sí, estas no son ventas porque transacción es una palabra que tiene su origen en el vocablo Latín transactio, y quiere decir: la acción y efecto de transigir, tratar, convenir, sobre algo un valor definitivo. Es decir, no es un intercambio de compraventa de un bien.
Una apuesta es una oferta a futuro en busca de obtener un bien. Una semi transacción. Si la apuesta acierta existe un pago o ganancia, se concluye la transacción, y esta puede ser objeto de un impuesto. Si la apuesta pierde, no existe tal transacción. Es decir, una apuesta es un riesgo.
En Colombia, el IVA es un tributo que se aplica a todos los bienes y servicios objeto de compraventa, y se cobra en cada etapa del proceso económico, desde la producción y la importación hasta la distribución. Este impuesto no afecta directamente los ingresos de las personas, sino lo que consumen. Todos los colombianos deben pagarlo al adquirir productos o servicios.
Una apuesta no es objeto de consumo al no ser una compraventa, y como parte de una transacción, no es ingreso.
En Colombia, se trata de imponer un IVA del 19 % a la apuesta inicial como parte de la reforma tributaria mediante la llamada ley de financiamiento, ante lo cual el presidente del gremio Asojuegos, Juan Carlos Restrepo, dijo: “Si se cobra IVA sucesivamente en cada una de esas operaciones, la persona que está participando de estos juegos online, a pesar de ganar algún premio, no cobra nada porque el IVA se le termina llevando la totalidad de su recurso”.
El comentario de Restrepo se refiere a la parte central del argumento, donde se generan los ingresos en la industria del juego, gravando la venta bruta de estos, o como se dice el impuesto sobre el GGR – Gross Gaming Revenue (en inglés).
“Porque el retorno global de las apuestas online está entre el 90 y 96 %, dependiendo si es una apuesta deportiva o una apuesta de casino en vivo. Las de casino tienen un retorno superior a las deportivas”, explicó Restrepo.
Mas simplemente, las apuestas tienen carácter repetitivo, usualmente en forma sucesiva y por montos similares, y si cada vez que se repite una apuesta existe un cargo del 19%, ese capital inicial de 100 se descapitaliza a punto de perderse, teóricamente, en unos cinco tramos, o apuestas, con el Gobierno llevándose el capital, o el monto bruto de este.
Y sin capital, no puede haber premios que son parte de la oferta de una operación de juegos o apuestas. Restrepo aseveró que, “con este IVA, de ser aprobado, se perderían los ingresos de recursos que han venido creciendo año tras año para el país y que sirven para financiar la salud e impactan otras industrias de manera colateral”.
Los recursos en referencia son los generados por el impuesto al GGR que produce una operación de juegos o apuestas, al final del ejercicio, después que las apuestas han dado un resultado a los apostadores, y quedan los márgenes o beneficios a favor de la operación, los ingresos brutos. En Colombia, los impuestos que se generan gravando al GGR van al sector Salud.
Evert Montero, presidente de Fecoljuegos, destacó las acciones desarrolladas por los gremios de la industria del juego de Colombia para esclarecer el funcionamiento de la actividad: “Hemos adelantado una serie de gestiones ante el Gobierno Nacional, incluyendo reuniones con la DIAN y con la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, para explicar en detalle el modelo matemático y económico del sector. Nuestro objetivo ha sido aclarar cifras erróneas que no reflejan la realidad de la industria y contribuir a una toma de decisiones informadas”.
Tanto para Restrepo como Montero, es preocupante y lamentable la falta de apertura y entendimiento por parte de algunas entidades gubernamentales. “A pesar de nuestros esfuerzos, hay un desconocimiento evidente sobre la actividad, lo que ha impedido establecer mesas de trabajo donde podamos demostrar, con más profundidad, la afectación que implicarían estas cargas impositivas para el sector”, refleja Montero.
Mas simplemente aun, tanto para sabios como para brutos, una apuesta no es un pan o billete de bus, o un par de zapatos, que se compran o adquieren periódicamente. Una apuesta es una semi transacción que se genera de forma repetitiva en una sesión de juegos o apuestas con retornos inciertos, y si esta es gravada, va a disminuir el ingreso bruto de la operación y la recaudación de impuestos. Y eso, aparte de otras consecuencias. Es una magna brutalidad.