
Vuelve el fantasma del 20% de impuestos a los casinos peruanos
Juego de Palabras Por Ricki Chavez-Munoz
La congresista peruana Digna Calle Lobatón ha propuesto aumentar los impuestos a casinos y tragamonedas mediante el Proyecto de ley No 8981, que fue presentado hace una semana al Congreso, pero el documento excluye al juego online y las casas de apuesta.
La aparente locura congresal en Perú ocurre justo cuando creíamos que el país iba viento en popa en la industria de juegos de azar y las nuevas formas del juego online y apuestas deportivas, nos llega, semanas después de que el Gobierno impusiera al nuevo sector del juego remoto y apuestas el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
La mala jugada de Calle hacia el juego presencial, es decir, casinos y tragamonedas verían el esperpento del impuesto del 20% a los ingresos brutos.
Me dio una sensación de deja vú. Que por aquí ya he estado, y que la última vez, que vimos el fantasma de esos impuestos del 20%, Perú perdió por goleada. Porque en vez del 20%, el país apenas si cobró algo, pues ante el atropello, unos nos fuimos al poder judicial para que nos ampare, mientras que los más audaces empezaron a traficar con recursos de amparo convirtiéndolos en un negocio de mala estofa. Fue una de esas etapas donde la pregunta ¿en qué momento se jodió el Perú? tenía su propia respuesta: Es decir cuando personajes improvisados piensan que dos y dos son cuatro, pero creen que son cinco.
Con recursos de amparo en venta por granel y, muchas veces, amparados por oscuros magistrados muy al interior del país, muchos operadores pagaron lo que quisieron en impuestos, y tomaron años para que el sector se ponga en orden y se considere al mercado peruano de juegos de azar con propiedad y seriedad.
Según la nota del Congreso peruano, el proyecto de ley de la congresista Calle propone aumentar el impuesto a 20 % a los juegos de casino y máquinas tragamonedas con la finalidad de “prevenir y tratar los problemas de salud mental de la población derivado de la ludopatía y otros trastornos del control de impulso”.
Por supuesto que las criticas de expertos en jurisprudencia de juegos de azar en Perú ya se han dejado oír, empezando porque el antojadizo proyecto de Calle no menciona al juego online o las apuestas deportivas, como si estas verticales no tienen la capacidad para incidir sobre los trastornos mentales que causan la dependencia en el juego o las apuestas; es decir, la ludopatía.
Con toda la amarga experiencia de inicios de siglo, cuando la industria del juego en Perú se vio envuelta en el negocio de los recursos de amparo, que en efecto causaron grandes pérdidas al país porque muchas operaciones de juego no pagaron impuestos al ampararse contra lo que en efecto era una norma anticonstitucional, varios expertos en la materia han calificado al proyecto de ley de la congresista Calle como, “una locura”.
Me comenta un amigo abogado: “Es realmente una pena y una amarga decepción que nuestros brillantes congresistas no tengan ni la menor idea de la actividad que pretenden legislar, ni siquiera los mínimos antecedentes regulatorios del sector, ¿qué podemos esperar de los sabios & iluminados congresistas?”
Leyendo el trabajito de la congresista Calle, vemos con pena que trata el problema de la ludopatía como algo que necesita tratamiento y cura, e invoca cambios en legislación sobre la Salud para que se preparen programas, campañas, lecciones, etc., con el objetivo de aliviar los problemas que pueden derivarse de los excesos de miembros del público que participa en los juegos de azar, pretendiendo, que “El ministerio de salud actualiza el Plan de Salud Mental a fin de incorporar la prevención y atención de la ludopatía”. Así de simple.
Sin embargo, bajo la ligereza del argumento, se nota cierta levedad por pretender seguir tratando de ponerle parches a una herida que no puede cerrarse con meras palabras o tirándole dinero. Porque esa es la ludopatía. Una dolencia psíquica que no puede curarse con los parchecitos de los planes, las campañas, la buena fe, la improvisación.
La ludopatía, señora congresista se debe tratar con la educación del público, los jóvenes y niños, sobre la esencia de lo que constituye el riesgo y las cuotas existentes en el riesgo de cada jugada. Porque es la ignorancia de los elementos esenciales en tales riesgos lo que niega cuales son los factores de éxito y fracaso en cada jugada.
Simplemente dicho, creo que no existe en Perú educación alguna al alcance del público sobre los factores relacionados con las apuestas o los juegos de azar, porque eso se trata de proposiciones como 1+1 y 1×1. Aritmética simple, donde se ven que, con las opciones de uno por uno, cada parte tiene igual opción de éxito y fracaso, pero con opciones de 35 x 1, el uno va a perdedor 35 veces más.
El problema de la ludopatía debe conocerse con programas educativos, porque el riesgo se encuentra en todos los juegos de azar y apuestas, presencial y remoto; en el cara y sello, y la ruleta, y debe tratarse sin improvisada postura política, o mostrando el espectro del cuco inconstitucional del 20%.