
La industria del juego en México exige una nueva ley para frenar la ilegalidad y fomentar el crecimiento
La Ley de Juegos de 1947 quedó obsoleta. El sector urge nueva regulación para aumentar ingresos, empleo y proteger al consumidor
El sector del juego en México reclama con urgencia la modernización de su marco regulatorio, Arturo Rodríguez García informó en El Heraldo de México. La vigente Ley Federal de Juegos y Sorteos, aprobada en 1947, ya no responde a las realidades de una industria que se transformó con la llegada del iGaming, las plataformas digitales y un mercado más joven y conectado.
El resultado de esta obsolescencia son vacíos legales que favorecen la expansión del juego ilegal, afectan la recaudación fiscal y generan incertidumbre en los consumidores. No es casualidad que, durante la GAT Expo CDMX 2025 realizada en Santa Fe, el debate central girara en torno a la necesidad de una nueva legislación que ordene a la industria.
Mercado de casinos físicos
La industria de casinos presenciales supera los 10 mil millones de dólares en valor y genera más de 200 mil empleos directos e indirectos. Con alrededor de 400 salas en 28 estados, además de recaudar impuestos, dinamiza sectores como el turismo, la gastronomía y los espectáculos. Regular con claridad este ecosistema significaría ingresos estables para el Estado y certidumbre para los trabajadores.
Crecimiento del mercado online
El mercado online ha crecido con rapidez, sobre todo tras la pandemia. Entre 2019 y 2024, sus ingresos pasaron de 600 millones a 2,700 millones de dólares, y se proyecta que superen los 3 mil millones en 2025. Sin embargo, cerca del 60% de esa actividad es ilegal, lo que representa aproximadamente 300 millones de dólares en ganancias sin tributar.
Diálogo gobierno-industria
Un paso clave ocurrió a finales de 2024, cuando la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, sostuvo una reunión con permisionarios, operadores y líderes gremiales. Entre ellos, Miguel Ángel Ochoa, presidente de la AIEJA, y Alfonso Pérez Lizaur, de la APPJSAC. En ese encuentro se reconoció la urgencia de modernizar la ley, garantizar piso parejo y blindar al sector contra la corrupción.
Hacia una regulación equilibrada
El gran reto, señalan los representantes, es diseñar un marco regulatorio claro para el juego digital que reduzca la informalidad, proteja a los usuarios y fortalezca la recaudación. Ochoa lo explicó de manera contundente: “El combate al juego ilegal requiere reglas que hagan más atractivo permanecer en la legalidad. La experiencia de otros países muestra que cuando los impuestos o las restricciones son excesivos, los operadores terminan en la informalidad.”
Potencial de crecimiento
El potencial de expansión es evidente: el iGaming en México pasó de 1.5 millones de jugadores en 2017 a más de 4 millones en 2024, y podría llegar a 6 millones en 2028. Las apuestas deportivas online duplicaron su volumen en los últimos siete años, mientras que los casinos digitales multiplicaron por ocho sus ingresos.
Para los actores del sector, una nueva ley se traduciría en mayor recaudación, menos ilegalidad y mejor protección al consumidor. El diálogo está abierto; ahora el desafío será que el Congreso lo convierta en ley.