BRASIL – Evangélicos se movilizan contra ley de casinos

Han empezado la pelea con golpe bajo y sustos de fuego eterno en manos de satanás

Los políticos evangélicos han volteado cielo y tierra para que el Proyecto de Ley (PL) 2.234/22 – que legaliza los casinos de juego, bingos, apuestas hípicas, el jogo de bicho – no pase, desde que este se encontraba en Diputados, pero fallaron. Después de esto, empezaron la pelea con golpe bajo, sustos de fuego eterno en manos de satanás y otros, cuando el PL paso a la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía. (CCJ) del Senado, donde volvieron a perder, en junio pasado.

Ahora, los senadores evangélicos, apostólicos y brasileños, siguen tratando que el PL no pase para su votación en el Pleno del Senado, con la única arma que tiene de la perdición eterna para quienes respalden el proyecto de ley, igual al argumento de la esposa del presidente del país, que cerró los casinos en el país, hasta hoy.

Y hasta el momento, parece que los políticos evangélicos han asustado al presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, quien, sobre cierta complejidad existente en el texto del PL, incluyendo aspectos económicos y sociales. La pregunta es simple señor senador, ¿Qué PL no trata aspectos económicos, sociales o éticos? Porque lo que en efecto no deben tratar, son creencias religiosas, que solo ofrecen ciega oposición.

Se reporta que cierto senador argumenta: “Lo que más me trae a este debate es el tema de la corrupción y el lavado de dinero. Tenemos notas técnicas de la PGR [Procuraduría General de la República] y de la PF [Policía Federal], de 2017, que ya resaltaron esta preocupación. Creo que siguen siendo válidas y podemos volver a preguntar a estos órganos si han cambiado de posición, si Brasil ha mejorado sus órganos de control. Esta preocupación sigue muy vigente”.

Lo que países del primer mundo pueden decirles a los políticos evangélicos es que la corrupción y el lavado de activos se encuentra en los negocios de la banca, las finanzas, los seguros, las antigüedades, los bienes raíces, los deportes profesionales, y sobre todo, en la venta de armamentos. ¡Ah, olvidaba, y también en la política!