PERU – Una desoladora desfasada fase 4

Para el Ejecutivo los casinos son parte del turismo solo para recaudar impuestos

En sus comentarios sobre la fase 4 de la reactivación económica en Perú, que concierne al rubro del entretenimiento, donde están incluidos los casinos y salas de máquinas tragamonedas, la ministra de Comercio Exterior y Turismo de Perú (MINCETUR), Rocío Barrios, dijo que esta fase 4 podría comenzar en octubre, añadiendo, “pero aún no hay nada definido y ello dependerá de la responsabilidad de todos los peruanos”.

El gobierno peruano ha anunciado el reinicio de vuelos desde el aeropuerto internacional Jorge Chávez a partir del 01 de octubre, y aunque ya se ha avanzado el reinicio de actividades económicas con tres fases, las actividades de entretenimiento, según la ministra, “no son prudentes (reabrir), considerando el contexto de la estrategia de no fomentar las aglomeraciones”.

Un analista económico comentó, que Perú va a tener un escenario bastante complicado, pues las condiciones que se dan para ciertos sectores de negocio no están cambiando y las ayudas del estado no son suficientes, añadiendo que, “si esto sigue así, al cierre del año se va a contar a un segundo grupo de fallecidos en las personas jurídicas, varias empresas familiares van a desaparecer”.

Sin embargo, no solamente empresas familiares van a desaparecer, porque según el presidente de la Sociedad Nacional de Juegos de Azar (SONAJA), Fernando Calderón, los negocios de este rubro también sienten los problemas económicos generados por el cierre de sus actividades.

Calderón, declaró a la prensa local: “Las 750 empresas dedicadas al negocio de los casinos y máquinas tragamonedas que operan en el Perú viven una profunda crisis sin solución hasta el momento. No operan desde el 16 de marzo y tampoco pueden cambiar de giro de negocio por restricciones en su licencia. A pesar de ser un sector 100% formal y de proveer 85,000 puestos de trabajo, los establecimientos de casinos y tragamonedas no han recibido el visto bueno de los planes reactivadores propuestos por el Gobierno”.

Calderón dijo que el movimiento económico dentro de un casino no solo está comprendido por los trabajadores, sino que también existen otros giros de negocio internos como los proveedores de servicios, alimentos, incluso artistas que ahora no están realizando actividades. Sin embargo, las empresas siguen cumpliendo con sus obligaciones como pago de proveedores, servicios básicos, etc., que han agravado la crisis. Muchos de estos negocios son empresas familiares.

Con un ejecutivo que carece de ideas para afrontar situaciones como la actual, véase el comentario de la titular de MINCETUR, ente que rige y reglamenta los juegos de azar, de comparar a las salas de juegos y casinos con discotecas o eventos de masiva congregación publica, donde podrían generarse “aglomeraciones”, y al parecer, el sector ni siquiera se reactivaría en la fase 4.

Los casinos y salas de tragamonedas en Perú son parte de la oferta turística nacional y contribuyen generosamente con sus impuestos a esta. Sin embargo, “fue excluida de Reactiva Perú. A pesar de que se hizo un esfuerzo por ingresar al Fae Turismo, porque nos encontramos dentro de la ley de turismo, solo se lograron beneficiar las micro y pequeñas empresas”, según el agrio comentario de Calderón.

“El panorama en materia de salud pública es desolador y los principales afectados han sido los trabajadores, pues miles de ellos han perdido el empleo y otros tantos no pueden retornar a sus jornadas laborales pese a estar dispuesto a ello”, escribió el doctor Mario Vidal Olcese, Socio fundador de Vidal Cáceres Abogados, sobre la situación de reapertura “La Fase Cuatro”.

Nuestro concepto sobre la razón de ser de las empresas de la industria de juegos de azar es que estas son las que cuentan con mayor y más astringente supervisión estatal: “No hay industria que esté mejor preparada para cumplir con los procedimientos sanitarios, sin importar cuán intrincado sea proteger a los clientes y al personal en todo momento”.

Nada que ver con aglomeraciones o tumultuosos eventos, y el MINCETUR tiene evidencia hasta el cansancio sobre las operaciones de casinos y salas de tragamonedas en Perú, que se conducen con seria responsabilidad social.

Calderón confirma que su sector está acostumbrado a protocolos, al punto de que cada máquina está interconectada con SUNAT para hacer el respectivo pago de impuestos. “Estamos preparados para mantener protocolos de bioseguridad en los establecimientos cuando tengamos que reiniciar actividades”.

La seguridad en los casinos peruanos existe desde los tiempos del terrorismo cuando el sector se inició en 1993, y la bioseguridad nos es nada mas que protocolos mas ajustados de forma personal para proteger a la sociedad de contagios. Nada de aglomeraciones o bailes al estilo discoteca.

Calderón añadió que hay empresas y locales que vienen cerrando porque no han podido mantener sus obligaciones con los arrendadores, alquileres de máquinas debido a que no perciben ingresos desde el 16 de marzo, y que el protocolo de SONAJA está listo e incluso fue aprobado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y revisado por el Ministerio de Salud (Minsa).