BRASIL – El Senado pondría en agenda la Ley de Casinos

El presidente del Senado había comentado que la votación del PL 442/91 se llevaría a cabo, "independientemente de quién sea elegido"

Gran parte del mundo mundial del juego se sentía ansioso esperando el resultado de las elecciones presidenciales de Brasil, y después de la reacción del presidente Bolsonaro frente a su derrota, que pone fin su administración el 31 de diciembre próximo, cuando será reemplazado por el ex presidente Lula da Silva.

La posición de Bolsonaro sobre el juego en Brasil es bien conocida, pero Lula no ha dicho nada sobre el tema, sin embargo, le corresponderá al Senado volver a poner en el calendario de votación el proyecto de ley 442/91, que permitiría la operación de casinos, bingos y regulación de Jogo do bicho. La oposición a la aprobación de esta ley tiene a la vanguardia al ala evangelista reaccionaria de políticos que pusieron en el poder a Bolsonaro, hundiendo al país más grande de América Latina en un atraso económico fomentado por la ilegalidad de los juegos de azar, con la ubicua presencia del Jogo de bicho en la sociedad brasileña.

Como los nuevos representantes y senadores votados para ocupar escaños en enero de 2023 están fragmentados, y la facción política evangélica se opone cínicamente a regular la industria del juego, corresponderá a la actual Cámara del Senado votar sobre el proyecto de ley que fue aprobado en el Congreso el 24 de febrero de 2022, con 246 votos a favor, 202 en contra y 2 abstenciones, y de seguir este respaldo vería un resultado aprobatorio similar en el Senado.

Existe real expectativa de que el proyecto de ley 442/91, propuesto originalmente en 1991, se incluya en el diario de votación del Senado este año, como se comentó antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Así lo ha destacado el diputado Joao Carlos Bacelar, recordando que el presidente del Senado ha declarado que la votación de la ley de casinos en la Cámara Alta brasileña tendría lugar, "independientemente de quién sea elegido" el domingo 31.

A lo largo de los años, muchos expertos han dicho que la legalización del juego en Brasil podría resultar en la recaudación 20 mil millones de reales en impuestos, alrededor de US $ 3,710 millones, anualmente; así como la creación de unos 200,000 empleos, más otros 450,000 traídos por el juego ilegal.

Según algunos comentarios, no hay garantía de que un cambio de régimen en Brasil pueda garantizar avances en la regulación de casinos y los juegos de azar en el país, mientras que otros indican que el Senado continuaría con la votación del proyecto de ley 442/91 después de la segunda vuelta presidencial.

Por suerte, Lula, quien autorizó el cierre de los bingos en 2004 y no es partidario de los casinos, no tiene mayoría parlamentaria, y deberá contar con varias alianzas políticas para sacar adelante sus planes de desarrollo de la economía brasileña, para lo cual necesita de políticos favorables a la regularización del juego que promete mejorar la economía y el desarrollo de empleos.