BRASIL- Las casas de apuestas se unen y lanzan el Instituto Brasileño de Juego Responsable

Gelfi: “La misión del IBJR incluye dialogar con todos los sectores de la sociedad que deseen conocer más sobre la industria y entender cómo puede integrarse de manera armónica en la economía brasileña”

Las principales casas de apuestas del país se han unido y han creado el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR). Bet365, Betfair, Betsson, Betway, Entain, KTO, Netbet, Rei do Pitaco y Yolo Group trabajarán juntos en Brasil para ayudar en las discusiones y el desarrollo del mercado nacional, que debería finalmente ser regulado por el gobierno, en base a la ley 13.756/18.

“La misión del IBJR incluye dialogar con todos los sectores de la sociedad que deseen conocer más sobre la industria y entender cómo puede integrarse de manera armónica en la economía brasileña, tal como ha sucedido en otros países. Queremos ayudar a construir un entorno regulatorio seguro para los clientes, colaborativo y financiero para el sector público, además de sostenible para las empresas operadoras”, explica André Gelfi, presidente del Instituto.

Rafael Marcondes, director jurídico del IBJR, destaca la importancia de avanzar en la regulación de la actividad en Brasil, que a veces parece estar estancada. Las apuestas deportivas fueron legalizadas en el país en 2018.

“Estados Unidos y Brasil legalizaron las apuestas deportivas en 2018. Mientras que en el país norteamericano la regulación está sucediendo con rapidez en varios estados y está dando resultados muy positivos, especialmente en términos de recaudación, Brasil sigue siendo inerte, permitiendo la proliferación de empresas que no están comprometidas con un comportamiento responsable, poniendo en peligro la credibilidad del mercado y proporcionando garantías mínimas a los consumidores”, destacó.

En diciembre de 2018, un decreto firmado por el entonces presidente Michel Temer (PMDB-SP) autorizó la operación de las casas de apuestas en Brasil. La ley 13.756 estableció algunas reglas para las llamadas apuestas de cuota fija basadas en los resultados de temáticas deportivas. Cuatro años después del decreto, tanto las empresas como los apostadores esperaban que el mercado ya estuviera regulado, pero aún no ha sucedido.

La ley actual determina que las empresas que operan en Brasil deben tener su sede en otros países y no tener puntos de venta físicos. Es decir, solo operan a través de sitios web alojados en dominios de redes internacionales y siguen la legislación del país de origen.