CHILE – El Juego en los tiempos del coronavirus

Existe insensatez en proyecto de aumento de impuestos a los casinos

La nota de Carla Cabello en el diario chileno La Tercera, “Propuesta de Hacienda para prorrogar licencias no satisface a operadores de casinos”, contiene los argumentos esgrimidos en el proyecto de ley temporal que presentará el Ministerio de Hacienda el Congreso para aliviar la crisis que pasan los casinos chilenos y las comunas que dependen de los tributos que estos contribuyen a sus arcas.

La infeliz idea de los funcionarios de hacienda es sacarle un 5% adicional en impuestos a los 14 casinos de juego que obtuvieron licencia en 2006 bajo la Ley de Casinos, y que deben renovarlas entre los años 2020-2021.

Como contraparte, Hacienda propone postergar por un año el inicio del nuevo proceso de licitación de las licencias para los 14 casinos, además de permitir la operación del juego online por estos casinos durante la pandemia.

El criterio de los políticos es el de asumir que un casino de juegos es la vaca lechera que produce bajo lluvia y truenos, o porque no, la gallina de los fantasiosos huevos de oro. Ni por imaginación se les ocurre que, si no hay pasto para la vaca, esta no va a producir los litros del blanco líquido, ni que, en realidad, tal gallina, pues, ¡no existe!

Como ningún país, Chile sufre la pandemia después de los movimientos de protesta social de fines del 2019, cuando la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) ordenó el cierre de los casinos en las comunidades afectadas por el estallido popular contra las aberraciones de la Constitución legada por el expresidente Augusto Pinochet en detrimento de la sociedad chilena mas necesitada.

El único producto de venta que tienen los casinos es el juego, y tanto los inversores como los operadores no juegan con este producto, que, si no tiene oferta al público, pues no genera ingreso alguno. Mientras tanto, los costos fijos y carga social que se paga al Estado siguen tal cual, sin importar los porcentajes sobre el volumen de ventas del juego; pues tales gastos, simplemente, son fijos y se pagan.

La genial salida de permitir a los casinos terrestres la operación del juego online es probablemente anticonstitucional, por temporal que esta sea, y aparte de esto, el juego online no se genera de la noche a la mañana. Así como la construcción de los casinos terrestres, el juego online también tiene un periodo de tiempo preoperativo para que funcione bien. Porque es un nuevo genero de negocios con todas las disciplinas que esto implica, y que, por tal, tampoco garantiza el éxito instantáneo.

Asimismo, la “nueva normalidad” post-pandemia tampoco garantiza los retornos financieros de los ingresos previos al flagelo del coronavirus, aunque los costos fijos seguirán casi tal cual lo fueron, porque en las jurisdicciones que han abierto casinos, en promedio con un 50% de la capacidad de las operaciones, que generalmente tenían en tiempos normales por el distanciamiento social normativo, los ingresos se van a ver mermados.

La respuesta de los operadores de casinos chilenos ha sido unánime en oposición a la insensata propuesta de los funcionarios del Ministerio de Hacienda.

En una nueva sesión de la comisión investigadora por la fiscalización de los casinos en la Cámara de Diputados, la Superintendenta de Casino de Juego, Vivien Villagrán, declaró que las condiciones experimentadas por los casinos abiertos dentro de la “nueva normalidad, como en Las Vegas, en Chile, “para el caso de la industria, vamos a tener una contracción de ingresos por un periodo de, a lo menos, con toda seguridad, dos años”.